Para quienes viven con diabetes, elegir alimentos que no causen grandes fluctuaciones en los niveles de glucosa es fundamental. A pesar de que el azúcar es un componente esencial en muchos alimentos, especialmente en las frutas, existen opciones bajas en azúcar que permiten disfrutar del sabor dulce sin comprometer la salud.
Estas frutas tienen menos azúcar y también son ricas en fibra, lo cual aporta un efecto beneficioso al retardar la absorción de carbohidratos. Además, permiten que los niveles de glucosa se mantengan más estables, ayudando a evitar picos de azúcar en sangre y prolongando la sensación de saciedad.
Beneficios de consumir frutas bajas en azúcar
Las frutas bajas en azúcar ofrecen una alternativa saludable para quienes desean reducir la ingesta de azúcares sin renunciar a los beneficios nutricionales de la fruta. Estas suelen contener menos de 10 gramos de azúcar por porción, lo que ayuda a mantenerse dentro del límite de 25 gramos diarios recomendados para las mujeres. Su bajo contenido calórico y su alto nivel de antioxidantes también las convierten en opciones adecuadas para quienes buscan mantener un peso saludable y reducir el riesgo de problemas relacionados con la obesidad.
Chris Mohr, doctor en Ciencias de la Nutrición, explicó al medio especializado en dietas y salud Woman’s World que estas frutas también brindan energía sostenida, pues los niveles de glucosa se elevan de manera gradual. Además, al ser ricas en fibra, contribuyen a mantener la salud digestiva y a controlar la absorción de carbohidratos, lo cual reduce la probabilidad de picos glucémicos. En el caso de las personas con diabetes, este tipo de frutas es ideal para mantener una dieta equilibrada sin renunciar al sabor dulce.
El índice glucémico de las frutas y su impacto en la glucosa
El índice glucémico (IG) es una medida que evalúa la rapidez con la que un alimento eleva los niveles de azúcar en la sangre. Las frutas bajas en azúcar suelen tener un índice glucémico bajo, lo que las hace especialmente beneficiosas para personas con diabetes. La nutricionista Cassandra Padula Burke se?aló a Woman’s World que, al contener fibra, estas frutas ralentizan el proceso digestivo, permitiendo una absorción más lenta de los carbohidratos y un aumento gradual de los niveles de glucosa en sangre.
A diferencia de los alimentos con alto índice glucémico, como las gaseosas o las golosinas, estas frutas ayudan a evitar subidas repentinas de glucosa. Este control es clave para quienes padecen diabetes, ya que mantener niveles estables de azúcar en sangre reduce los riesgos de complicaciones. Optar por frutas con bajo IG también permite un mejor manejo del peso y reduce la necesidad de utilizar medicamentos para controlar la glucosa.
Diferencias entre azúcar natural y azúcar a?adida
No todo el azúcar es igual. Las frutas contienen azúcar natural (fructosa), que, al estar acompa?ada de fibra y otros nutrientes, tienen un efecto diferente al de los azúcares a?adidos que se encuentran en muchos productos procesados. Consumir frutas enteras es fundamental, ya que, al mantener su contenido de fibra, los niveles de azúcar en sangre se elevan de manera más moderada. En cambio, los jugos y frutas deshidratadas suelen contener menos fibra y más azúcar por porción, lo cual puede dificultar la regulación de la glucosa en personas con diabetes.
Este azúcar a?adido puede provocar efectos perjudiciales, ya que se absorbe rápidamente en el sistema y produce picos glucémicos elevados. Por lo tanto, se recomienda que las personas con diabetes elijan frutas enteras en lugar de jugos o productos con frutas procesadas. Además, la fibra de las frutas frescas ayuda a mejorar la digestión y a mantener la salud intestinal, algo que no se obtiene en el caso de los jugos y las frutas deshidratadas.
Frutas bajas en azúcar recomendadas para personas con diabetes
- Frutos del bosque: frutillas, moras, arándanos y frambuesas se destacan por su bajo contenido en azúcar (5-7 gramos por taza) y su alto nivel de antioxidantes y fibra. Estas frutas son ricas en vitamina C y manganeso, y se relacionaron con la prevención de enfermedades cardiovasculares. La fibra presente en los frutos del bosque contribuye a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y es ideal para incluir en desayunos y meriendas.
- Kiwi: cada pieza aporta alrededor de 6 gramos de azúcar y es una excelente fuente de vitamina C, vitamina K y folato. Estos nutrientes favorecen el sistema inmunológico, la salud ósea y el crecimiento celular. Además, contiene actinidina, una enzima que facilita la digestión de las proteínas, lo cual mejora la salud digestiva y es particularmente útil para quienes desean mantener un equilibrio en su dieta.
- Durazno: una pieza peque?a contiene unos 6 gramos de azúcar, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan reducir su ingesta de azúcar sin renunciar a una fruta dulce. El durazno, también conocido en parte del mundo como melocotón, es rico en vitamina A, vitamina C y potasio, nutrientes que favorecen la visión, el sistema inmunológico y la salud cardiovascular al ayudar a regular la presión arterial.
- Palta: aunque se suele considerar un vegetal, la palta es una fruta con aproximadamente 1 gramo de azúcar por unidad. Su alto contenido de grasas saludables, junto con su aporte de vitamina E, vitamina C y vitamina B6, la convierten en una opción beneficiosa para personas con diabetes. La grasa del aguacate ayuda a absorber otras vitaminas liposolubles y a mantener los niveles de glucosa estables durante más tiempo.
Recomendación de consumo moderado de frutas
A pesar de los beneficios que ofrecen estas frutas, es esencial consumirlas con moderación. Burke aconseja limitar la ingesta a dos porciones diarias para evitar desequilibrios en la dieta. Esta recomendación asegura que las frutas, aunque bajas en azúcar, se integren en una dieta variada que incluya otros grupos alimenticios esenciales. Como explicó Burke, el exceso de cualquier grupo de alimentos puede impactar negativamente la salud, por lo que mantener un equilibrio es clave para una alimentación saludable.